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miércoles, 20 de octubre de 2010
domingo, 17 de octubre de 2010
TRABALENGUAS
ADIVINANZAS

hay un fraile franciscano,
tiene dientes y no come,
tiene barba y no es hombre.
R.: El choclo.
chistes
Pepito estaba escribiendo una carta al niño Jesus en vista de la
proximidad de la Navidad:
"Estimado Niño Jesus: Me he portado muy bien este año, favor
regalame una bicicleta y un nintendo. Atentamente, Pepito".
Dobla la carta, la pone en un sobre, la lleva a la sala a ponerla
debajo del arbol de Navidad. Junto al arbol se encontraba una pequeña
estatuilla de la Virgen Maria. Cuando va a poner la carta, Pepito mira a
la estatua, se arrepiente, se da la vuelta y regresa a su cuarto. Rompe
la carta y escribe una nueva:
"Estimado Niño Jesus: Es cierto que no me he portado tan bien
este año, pero creo que por las acciones buenas me merezco un Nintendo
y una Bicicleta. Atentamente, Pepito".
Nuevamente dobla la carta, la pone en un sobre y se va hacia la
sala a ponerla debajo del arbol. Al llegar, vuelve a ver la estatua de
la virgen, se da la vuelta y regresa a su cuarto. Rompe la carta y vuelve
a escribir una tercera version de la misma:
"Estimado Niño Jesus: Es verdad, me he portado mal este año,
pero yo se que si me regalas un Nintendo y una Bicicleta, sera suficiente
incentivo para portarme bien el proximo año. Atentamente, Pepito".
Dobla la carta, va a la sala y nuevamente mira fijamente a la
estatua, se da la vuelta y regresa a su cuarto. Muy enfurecido destroza
la carta y no sabia que hacerse del mal genio. Hasta que, de pronto, sale
corriendo del cuarto hacia la sala, toma la estatua de la Virgen, la trae
de regreso a su cuarto, le cubre los ojos y la boca con scotch tape, la
envuelve en unas cobijas, la rodea con cadenas, la mete en un baul, pone
candados en el baul, se sienta muy comodamente con una risa muy burlona
encima del baul y escribe nuevamente una carta que dice asi:
"Estimado niño Jesus: si quieres volver a ver a tu madre, dame
un Nintendo y una bicicleta. Pepito"
proximidad de la Navidad:
"Estimado Niño Jesus: Me he portado muy bien este año, favor
regalame una bicicleta y un nintendo. Atentamente, Pepito".
Dobla la carta, la pone en un sobre, la lleva a la sala a ponerla
debajo del arbol de Navidad. Junto al arbol se encontraba una pequeña
estatuilla de la Virgen Maria. Cuando va a poner la carta, Pepito mira a
la estatua, se arrepiente, se da la vuelta y regresa a su cuarto. Rompe
la carta y escribe una nueva:
"Estimado Niño Jesus: Es cierto que no me he portado tan bien
este año, pero creo que por las acciones buenas me merezco un Nintendo
y una Bicicleta. Atentamente, Pepito".
Nuevamente dobla la carta, la pone en un sobre y se va hacia la
sala a ponerla debajo del arbol. Al llegar, vuelve a ver la estatua de
la virgen, se da la vuelta y regresa a su cuarto. Rompe la carta y vuelve
a escribir una tercera version de la misma:
"Estimado Niño Jesus: Es verdad, me he portado mal este año,
pero yo se que si me regalas un Nintendo y una Bicicleta, sera suficiente
incentivo para portarme bien el proximo año. Atentamente, Pepito".
Dobla la carta, va a la sala y nuevamente mira fijamente a la
estatua, se da la vuelta y regresa a su cuarto. Muy enfurecido destroza
la carta y no sabia que hacerse del mal genio. Hasta que, de pronto, sale
corriendo del cuarto hacia la sala, toma la estatua de la Virgen, la trae
de regreso a su cuarto, le cubre los ojos y la boca con scotch tape, la
envuelve en unas cobijas, la rodea con cadenas, la mete en un baul, pone
candados en el baul, se sienta muy comodamente con una risa muy burlona
encima del baul y escribe nuevamente una carta que dice asi:
"Estimado niño Jesus: si quieres volver a ver a tu madre, dame
un Nintendo y una bicicleta. Pepito"
martes, 12 de octubre de 2010
MAESTRO
M aestro, que con paciencia infinita me
A limentas de saber, hoy saludo tu presencia y el
E sfuerzo de tu ser. Te bendigo y te agradezco por
S er bueno y por cumplir con tu deber que
T u sientes el derecho de todo maestro fiel.
R ecordaré con cariño los momentos que
O frendaste a este niño que quiere siempre aprender
ACROSTICO DE PERU
P atria bendita, país de amor, paraíso
E terno. Mi voz elevo al entonar tu himno vivo y
R uge mi corazón cuando tu honor defiendo pues
Ú nese sangre, verbo y pasión, cuando te nombro
Acróstico de Primavera
Acróstico de Primavera

P intado está el cielo de azul, para…
R ecibir a la mágica primavera, día de mucha…
I lusión y alegría, día de la naturaleza, amistad y amor, donde las…
M ariposas, las flores, los pajaritos embellecen la naturaleza, con su…
A lgarabía de una nueva estación, llena de…
V ida e ilusión, donde el sol calienta pero no quema…
E speranza de la juventud, un nuevo…
R enacer de toda una nueva vida que nos…
A brigará con toda su radiante sonrisa.
Esa es la PRIMAVERA !!!

MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Mamá
Estaba oscuro...
Solo el rayo de la luz de tus ojos.
Me enseñaste a respirar
y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.
Soñaba con colores
y te imaginaba hermosa,
fueron nueve meses en un mundo rosa.
Crecí de a poco con tu calor
me alimentaba con tus caricias
y frases de amor.
El momento llegaba
iba a conocerte,
estaba muy protegida
con miedo de perderte...
Se hizo la luz
una mañana de febrero,
mamá ahí estabas tú
tan maravillosa y tan dulce
como te había imaginado.
Aprendí con el correr del tiempo
y en mis andanzas peligrosas
de cada uno de tus consejos
valorados en cada acto
de mis diecinueve años,
y soñando cada vez
que me encuentro lejos,
con tus palabras
que envuelven mis vivencias
y acobardan los miedos
de mi juventud.
Solo el rayo de la luz de tus ojos.
Me enseñaste a respirar
y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.
Soñaba con colores
y te imaginaba hermosa,
fueron nueve meses en un mundo rosa.
Crecí de a poco con tu calor
me alimentaba con tus caricias
y frases de amor.
El momento llegaba
iba a conocerte,
estaba muy protegida
con miedo de perderte...
Se hizo la luz
una mañana de febrero,
mamá ahí estabas tú
tan maravillosa y tan dulce
como te había imaginado.
Aprendí con el correr del tiempo
y en mis andanzas peligrosas
de cada uno de tus consejos
valorados en cada acto
de mis diecinueve años,
y soñando cada vez
que me encuentro lejos,
con tus palabras
que envuelven mis vivencias
y acobardan los miedos
de mi juventud.
MI AMOR QUERIDO
Eres tú mi amor querido,
Pero siempre me has herido,
Pero siempre me has herido,
Y el corazón adolorido,
Ahora esta arrepentido,
Cuanto pido sanación,
Para el triste corazón,
Pero esta triste canción,
Me recuerda tu traición,
Me quisiste y amor prometiste,
Pero ahora estoy triste,
Por que de mi lado tienes que irte,
Tal vez no pueda rimar,
Lo que siento en verdad,
Pero esta soledad,
Me hizo ver la realidad.
LA MÁS BELLA NIÑA
La más bella niña
de nuestro lugar,
hoy viuda y sola
y ayer por casar,
viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Pues me distes, madre,
en tan tierna edad,
tan corto el placer,
tan largo el penar,
y me cautivastes
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
En llorar conviertan
mis ojos de hoy más
el sabroso oficio
del dulce mirar,
pues que no se pueden
mejor ocupar
yéndose a la guerra
quien era mi paz.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
No me pongáis freno
ni queráis culpar;
que lo uno es justo,
lo otro por demás.
Si me queréis bien
no me hagáis mal;
harto peor es
morir y callar.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Dulce madre mía,
¿quién no llorará,
aunque tenga el pecho
como un pedernal,
y no dará voces
viendo marchitar
los más verdes
años de mi mocedad?
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Váyanse las noches,
pues ido se han
los ojos que hacían
los míos velar;
váyanse, y no vean
tanta soledad
después que en mi lecho
sobra la mitad.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
de nuestro lugar,
hoy viuda y sola
y ayer por casar,
viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Pues me distes, madre,
en tan tierna edad,
tan corto el placer,
tan largo el penar,
y me cautivastes
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
En llorar conviertan
mis ojos de hoy más
el sabroso oficio
del dulce mirar,
pues que no se pueden
mejor ocupar
yéndose a la guerra
quien era mi paz.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
No me pongáis freno
ni queráis culpar;
que lo uno es justo,
lo otro por demás.
Si me queréis bien
no me hagáis mal;
harto peor es
morir y callar.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Dulce madre mía,
¿quién no llorará,
aunque tenga el pecho
como un pedernal,
y no dará voces
viendo marchitar
los más verdes
años de mi mocedad?
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Váyanse las noches,
pues ido se han
los ojos que hacían
los míos velar;
váyanse, y no vean
tanta soledad
después que en mi lecho
sobra la mitad.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
HAMLET, PRÍNCIPE DE DINAMARCA
¡Ser o no ser: he aquí el problema!
¿Qué es más levantado para el espíritu:
sufrir los golpes y dardos
de la insultante Fortuna, o tomar las armas
contra un piélago de calamidades
y, haciéndoles frente, acabar con ellas?
¡Morir..., dormir; no más! Y pensar
que con un sueño damos fin al pesar del corazón
y a los mil naturales conflictos
que constituyen la herencia de la carne!
¡He aquí un término devotamente apetecible!
¡Morir..., dormir! ¡Dormir!... ¡Tal vez soñar!
¡Sí, ahí está el obstáculo! ¡Porque es forzoso
que nos detenga el considerar qué sueños
pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte,
cuando nos hayamos librado
del torbellino de la vida! ¡He aquí la reflexión
que da existencia a tan larga al infortunio!
MI BIOGRAFIA
Yo Braulio Cesar Roman Renteria nací el 26 de diciembre de 1996 en el policrinico "Es Salud" en J.L.O. Ala edad de 5 años ingrese al jardín "Estrellitas de María" en la aula amarilla donde empezó mi gustos por la matemáticas. A la de6 años ingrese a primaria en el colegio "Aplicacion 10836"donde tuve una experiencia fantástica. En nuestra promoción tuve una anécdota. nos fuimos de paseo y la pasamos muy bien,estábamos en el parque y uno compañero hizo una broma en que llamo a mi mama le dijo que yo me había accidentado y mi mama se puso preocupada y sé fue a verme cuando termino el paseo y lo vi a mi mama con lágrimas pensado que me había pasado algo y yo le explique todo y nos fuimos a la casa después.Mi promoción la pase muy bien con todos mis compañeros porque algunos no lo iba a ver.ahora que estoy en 2 de secundaria la paso muy bien esforzándome cada día mas , logrando mi meta.
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